Una redacción de un medio de comunicación como la del Grup Segre, es un continuo ir y venir de gente. Gente que entra y sale en turnos horarios diferentes y en departamentos muy variados.
Por suerte, hay un muy buen control. Todo aquel que entra, sale, dónde y en qué horario lo hace queda registrado. La tecnología existente entonces nos permitió instalar un control de accesos por proximidad de tarjetas RFID.
Con los años, la tecnología ha ido evolucionando. Ahora podemos disfrutar de control de accesos que nos permite acceder sin ningún otro elemento, más que nosotros mismos. Es la biometría. En el mercado, y cada vez con más abundancia, podemos encontrar lectores de huella dactilar, ocular o facial, que nos ahorran tener que llevar siempre con nosotros un identificador extra.